Jesús de Nazaret, el fundador de la religión cristiana, nació en la provincia romana de Judea durante la pax romana, cuando aún gobernaba su primer emperador, Octavio Augusto. En su mensaje anunciaba el reino de Dios, la salvación eterna, el amor al prójimo y la igualdad de todos como hijos de un único Dios. Si bien los primeros cristianos eran de origen judío, su mensaje no fue aceptado por toda la comunidad hebrea. Jesús, tras ser acusado de alborotar al pueblo, fue condenado a morir crucificado.
Los romanos toleraban el culto a otros dioses, pero a partir del
siglo III d. C. los cristianos comenzaron a ser perseguidos con violencia.
Durante el siglo IV, sin embargo, fueron paulatinamente aceptados por el
Imperio. En el año 306 el emperador Constantino declaró la libertad de culto mediante
el Edicto de Milán.
Los cristianos fueron perseguidos por su supuesta implicacion en el incendio del 64 DC Cuadro de oleo por E.R Thirion. |
En el
año 395 d. C., para frenar la crisis, el emperador Teodosio dividió el Imperio
en Oriente y Occidente, sin embargo, ello no dio resultado. Los pueblos
germanos, que durante siglos habitaron en las fronteras del Imperio, comenzaron
a influir en la política romana, tanto a través de la diplomacia como de la
guerra, y paulatinamente se fueron asentando de forma definitiva en territorios
del Imperio . En el año 476 d. C. el germano Odoacro tomó la ciudad de
Roma, depuso al emperador y se proclamó rey de Italia. Este evento ha sido
interpretado como el final del Imperio romano de Occidente.
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